30 de mayo de 2010

Oferta para personas en búsqueda de empleo o en reorientación profesional

Situaciones como la pérdida del empleo, el deseo de un impulso profesional o la falta de compromiso con el trabajo que desarrollas son análogas: representan una ruptura del equilibrio que tenías "cuando todo iba muy bien". Estas situaciones provocan una serie de estados emocionales que no te permites, y que sin embargo has de superar (no negarlos) para estar en las mejores condiciones de obtener lo que deseas: un puesto de trabajo.

Esta serie de estados emocionales conforman en realidad un proceso NATURAL de readaptación con el objetivo de entender y aceptar la nueva situación, y para que encuentres nuevas referencias en la vida privada y profesional. Es muy importante entender que la incertidumbre y las “fases oscuras” son inherentes al proceso de cambio y que los estados que experimentas son NORMALES: shock por la pérdida, rechazo, enojo, miedo, tristeza, aceptación, perdón, búsqueda de sentido ... El sentido del proceso es alcanzar la serenidad que te permite afrontar la realidad con ilusión y realismo, para hacer un análisis de lo que quieres y puedes hacer que no está condicionado por "malos rollos" que son vestigios de la ira, la tristeza o el miedo que, de manera natural, has experimentado.

El papel del COACH en estas situaciones es la de catalizar el proceso: acelerarlo y ayudar a que se realice de manera completa por medio de provocar la introspección, la identificación de emociones y de creencias, y acompañar en la búsqueda de nuevas metas.

Si crees que un COACH puede ayudarte en alcanzar tu meta te invito a que te pongas en contacto conmigo. El primer encuentro es de prueba (gratuito y sin compromiso) para que verifiquemos si el coaching es lo que necesitas en este momento.

carlos.martinez.es@telefonica.net

11 de mayo de 2010

El duelo en la pérdida del empleo

Hoy quiero hablar sobre un modelo - el duelo - que describe los estados por los que pasa una persona que experimenta una pérdida y que puede aplicarse para entender lo que le ocurre a alguien que pierde su empleo.

Situaciones aparentemente tan diversas como una jubilación, el cierre de un proyecto, la muerte de un ser querido o la pérdida del empleo son análogas en cuanto a los estados emocionales que se experimentan. En todos los casos citados, el proceso de salida o superación requiere resolver los mismos estados, al fin y al cabo en todos ellos estamos hablando de afrontar el cambio que una pérdida introduce en nuestras vidas.

El cambio provocado por la pérdida es una ruptura del antiguo equilibrio, “cuando todo iba muy bien”, que requiere de un período de readaptación - el duelo - con el objetivo de entender y aceptar la nueva situación, y para encontrar nuevas referencias en la vida privada y/o profesional. 

Es muy importante entender que la incertidumbre y las “fases oscuras” son inherentes al proceso de cambio y que los estados experimentados durante un duelo son NORMALES y engloban: shock por la pérdida, rechazo, enojo, miedo, tristeza, aceptación, perdón, búsqueda de sentido, y finalmente la serenidad.

Todos estos estados ocurren, en mayor o menor medida, en todos los casos y en todas las personas, aunque puede variar el orden, la intensidad e incluso producirse regresiones a estados que se pensaban superados.  

En la superación de la pérdida es imprescindible reconocer (reconocerse) los estados "de bajada": shock, rechazo, enojo, miedo y tristeza, verbalizarlos y permitírselos, pues sin ellos no vamos a salir reforzados de la crisis.

Además, es importante reconocer y reconocerse las fortalezas, lo que hemos ganado con el cambio y lo que podemos ganar, perdonar y perdonarnos, darnos permiso y espacio para reflexionar y para ilusionarnos con nuevos proyectos.

El objetivo del proceso del duelo es alcanzar la serenidad, un estado que nos permite afrontar la realidad con ilusión y con un análisis de lo que queremos y podemos hacer, que no está condicionado por "malos rollos" que son vestigios de la ira, la tristeza o el miedo que, de manera natural, hemos experimentado.

El papel del COACH en estas situaciones, y en cualquier otro desarrollo que queramos acometer, es la de catalizar el proceso (acelerarlo y ayudar a que se realice de manera completa) por medio de provocar la introspección, la identificación de emociones y de creencias, y acompañar en la búsqueda de nuevas metas.