9 de agosto de 2010

Una nueva reflexión sobre el coaching

A estas alturas ya estamos de acuerdo que el coaching, a diferencia de la consultoría o el mentoring, no proporciona soluciones o consejos.

Tampoco es psicoterapia, pues no comienza a partir de un diagnóstico diferenciado, ni parte del supuesto de que el cliente es incapaz de resolver su vida sin un guía. El coaching no "cura".

El coach no va delante de su cliente, ni detrás, ni está por encima, o por debajo. Camina a su lado porque son iguales.

¿Entonces?

Tenemos recursos para afrontar el mundo, y la capacidad de adquirir las competencias y habilidades necesarias para alcanzar nuestros sueños.

¿Y?

Lo que nos diferencia es la actitud, no nuestros recursos. Actitud es "saber ser" ... ¿Y si el valor diferencial del coaching es que se centra en el cambio de la actitud? ... ¿que cataliza una reflexión profunda en la propia actitud y aquello que la genera y mantiene?

2 de agosto de 2010

PARANO-ias

Nos centramos en evitar situaciones.

Un ejemplo: ahora suena con insistencia el término "generación NI-NI", y surgen aportaciones de múltiples ámbitos enfocadas a evitar que los jóvenes caigan en ese síndrome.

O lo mismo si hablamos de obesidad, dejar de fumar, cuidar nuestro corazón, educar,...nuestra atención, nuestra energía, se centra en evitar situaciones, y no en visualizar lo que queremos.

Evitar que nuestros jóvenes formen parte de la generación NI-NI ¿qué significa? ¿nos vale que sean infelices mientras tengan trabajo o estudien?

Nos esforzamos PARA NO estar gordos, PARA NO fumar, PARA NO fracasar, PARA NO perder el trabajo, PARA NO ...., estas son nuestras PARANO-ias.

¿Qué pasaría si nos concentráramos en lo que SI queremos?