21 de enero de 2011

Círculo reflexivo con Humberto Maturana y Ximena Dávila

19 y 20 de enero tuve el placer y la suerte de participar en un Círculo Reflexivo sobre biología cultural facilitado por Humberto Maturana y Ximena Dávila en CIVSEM y me gustaría compartir en este post las reflexiones y aprendizajes que para mí han sido más significativos. Son solo unas notas. Espero que os valga.

Sobre la escucha:
¿qué ocurre cuando escucho pensando que el otro coincida con lo que yo pienso?
¡qué oigo sólo lo que quiero escuchar! dicho de otro modo ¿escucho o me escucho en el otro?
pero hay otra forma de escuchar, que es aquella que reconoce que el otro siempre habla desde un dominio que a él le es válido (por sus experiencias, creencias, conocimientos, ...), si escuchamos para encontrar ese dominio desde el que nos habla encontramos al otro en su totalidad.
Cuando un jefe sólo está para escuchar lo que quiere escuchar ¡para qué hablar! nos sitúa en un espacio de control donde estamos forzados a vivir en el espacio definido por otra persona - el jefe - Un espacio del que hay miedo de salir y por tanto de ser creativo, proactivo.

Conservar para cambiar:
Lo fundamental del cambio es lo que se conserva, porque es lo que me define como individuo - o como organización, es el lugar desde donde puedo y quiero operar. Al elegir lo que quiero conservar estoy eligiendo donde quiero estar. Desde la identificación de lo que quiero conservar (¿quiero el querer que quiero?) la transformación de todo lo demás viene por sí sola, de manera natural. El cambio se fundamenta en lo que queremos conservar. La palabra cambio implica incertidumbre, si la conversación empieza y se centra en lo que quiero conservar la emoción es diferente.

Compromiso y motivación
En el compromiso hay colaboración, hay sentido en lo que hago. En la obligación no hay sentido para mi en lo que hago, no hay colaboración, hay obediencia, espero órdenes, no soy proactivo.
La motivación tiene que ver con el reconocimiento, toda persona quiere ser vista en su totalidad y aceptada en su totalidad - ser respetada.
Por el contrario el acto de obedecer es un acto de negación de uno mismo. Colaboración y obediencia son antitéticos. En la obediencia hay amenaza de castigo, hay sometimiento, doy poder al otro, incluso cuando obedezco por confianza.
En las organizaciones puedo generar, como líder, conversaciones de sometimiento-obediencia o de compromiso-colaboración. Hay que ser conscientes que con-versar significa, etimológicamente, girar/dar vueltas juntos, es una oportunidad de coordinar acciones y emociones para colaborar. Y que hay conversaciones que generan bienestar y otras que generan malestar

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