Emoción = lo que nos mueve. Las emociones nos impulsan a ir en una dirección o en otra. Queramos o no, lo admitamos o no.
Una opción es ignorarlas, especialmente al miedo, a la rabia, a la tristeza. Y seguro que podemos hacerlo, repetidamente, una vez tras otra.
Es posible seguir solo a la alegría. La cuestión es si nos lleva a donde queremos, o si en realidad sólo nos aleja de lo que tememos, o de lo que nos da tristeza, o enfada. ¿Es alegría lo que sentimos o es alivio?
Sí, podemos ignorar nuestras emociones negativas. Entonces llegaremos a un punto, un sitio, un momento, que no es el que queríamos, pues la huída sólo nos aleja de algo, sin que necesariamente nos acerque a lo nuestro, a lo que deseamos. Y entonces ¿qué vida hemos vivido?
La otra opción es hablar con ellas, entenderlas.
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